Marcan la consecuencia de un enunciado previo.
Trabaja tanto que siempre esta cansado. Nx = tanto que
Nx Sub.
El enunciado principal suele llevar alguna marca léxica:
Tanto, tal, tan, de tal modo,... que intensifica la circunstancia, cualidad o acción que indica y cuya consecuencia queda expresada en la proposición subordinada.
Su furo es tal (tanto, tan grande, de tal modo...) que asusta.
Guardan así relación con las comparativas, en tanto que tienen ese elemento, antecedente de referencia, aunque a veces el elemento intensificador, sobre todo en la lengua coloquial, no aparece expresado, y entonces la intensificación viene marcado por el matiz intensivo de la significación del enunciado principal:
Había una muchedumbre, que parecía aquello un hormiguero.
Trajeron la sopa, que quemaba.
En otros casos se refuerza enfáticamente el enunciado principal con la supresión de toda la consecutiva, que queda sobreentendida en el contexto o situación del hecho comunicativo:
¡Esta la sopa que...!
Otras veces la consecutiva es reemplazada por una Interjección, un apoyo coloquial o una exclamación:
¡Está de unos humos que...! ¡Uff!
¡Esto están difícil que...! ¡Válgame Dios!
Van introducidas generalmente por el nexo “que”, pero puede haber otro como luego, por tanto, por lo tanto, etc...
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